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Toni Peris
Un año más, la
gran Isla de Kailua Kona, ha dado el toque final a la
temporada triatletica 2012. Como siempre de poco han servido las quinielas y es
que como siempre, la prueba nos ha hecho emocionar y vibrar hasta el final! Grandes
nombres se plantaban en la línea de salida, multitud de favoritos a revalidar o
a encarnar el siguiente año como reyes del triatlón, pero el Ironman es el Ironman, Hawaii es mucho Hawaii y como siempre nada sale como es de esperar. Algunos
escriben su nombre en mayúsculas en la lista de los “Grandes” mientras que otros
se tiene que conformar en salir en la "Gran lista" de batidos por el Ironman de
Hawaii. Quizas por mi propia experiencia, conocedor de cómo de cruel puede
llegar a ser el Ironman y conocedor también de lo dura que se puede volver la
carrera, siento una especial debilidad por estos segundos. Sin duda el que se
lleva la palma este año es el gran Vink, poderoso Belga, capaz de parar el
crono de Klagenfurt en 7h45 y que ayer nos emociono a todos cuando se planto
con más de 8 minutos en la T2. Aunque en la tele lo parezca la maraton del Ironman de
Hawaii no es en absoluto llana, ya desde los primeros km’s la humedad y el
calor empieza a machacarte, sorteas los repechos con cierta habilidad pero una
vez encaras Palani Road, la cruda realidad se cierne sobre ti, una dura rampa
de poco más de 300m te recuerda todos los excesos que has hecho durante el
transcurso de la prueba. Si
allí llegas falto de energías sabes que estás muerto, te queda lo peor, los
toboganes de la autopista y el Energy lab, un panorama dantesco que solo los
que han estado allí saben el porqué. Marino ejecuto su táctica a la perfección,
nadó con el grupo de cabeza, reventó los pedales hasta sacar ventaja suficiente
para bajarse a correr con un margen suficiente pero se olvido de lo más
importante, guardar y rellenar.
En el Km24 su sueño se fue al traste, incapaz de dar un solo
paso más las fotos hablan por si solas. Unos minutos antes, el que parecía el
flamante nuevo rey de la larga distancia, en esos instantes un atleta más
intentando recomponerse después de haber consumido todas sus fuerzas.
Marino no fue el único, un sinfín de pros llegaron reventado o ni llegaron, Macca, Eneko, Luke Mckenzie, Cragi Alexander, Mirinda Carfrae, …todos ellos pagaron sus excesos o la mala suerte.
Aun recuerdo, como hace un año sufrí como nunca había sufrido para terminar un Ironman, he hecho carreras más rápidas y más lentas pero Hawai tiene algo especial, y es que pocas veces después de haber sufrido tanto me he quedado con tantas ganas de volver y intentar ganarle el pulso a “Madame Pele”. Las probabilidades de tener un día perfecto en Hawai son muy bajas, pero mientras sigan existiendo habrá que seguir intentándolo.
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